Absorta en un vacío ineludible sin lazos que aten las amarras inmóvil en lo infinitestimal. Inerme. Sondeo lo desconocido de mi alma.
No hay sombra, ni luz. Tan sólo esencia. Misterio que busca al Gran Misterio. Insondable profundidad. Sólo vacío. Extática. Fundida en la Presencia.
Ni Dios, ni yo. Tan sólo un penetrar serenamente ahondando este misterio desconocido mío.
No sé si es beatitud, dolor o muerte. Sólo sé que al desaparecer en él, Soy, porque no soy realmente
Elda Ballerini